
Equipo sin rumbo, entrenador superado, propiedad atrincherada, afición anestesiada y lo peor, los puntos que quedan para la tranquilidad. Un Sporting irreconocible con una deriva peligrosa.
Vayamos al principio, a esa reunión en USA, ese fabuloso encuentro a tres que tuvo lugar en una terraza y en la que volaban los piropos, los abrazos, las buenas intenciones y una buena dosis de mentiras. Cómo enamorados en la primera cita, prometiéndose felicidad y fidelidad a raudales, pero con los dedos cruzados por debajo de la mesa, poético.
¡Dadle al pueblo pan y circo!, decía Juvenal hace 20 siglos y que verdad, el pan para alimentar a la masa, bombardeo de ilusiones, aires de grandeza, emborrachar a la afición con falas promesas y un mensaje de que el gran momento del Sporting está por llegar, ellos son los que saben de esto y con dos pases mágicos transforman el agua en vino, o traducido al fútbol, Cotes y Jeraldinos.
Orlegi y toda su banda, encabezada por el mejor de los ilusionistas, David Guerra, soflamas, cantos de sirenas, juegos de manos y el truco final, el plan Cocca. Tenemos un pan con buenas hostias.
Y ahora vamos con el Circo, con payasos incluidos, de eso se encarga directamente el jefe de todos, el payaso mayor del reino, el CTA, que no necesita pintarse la cara porque ya la tienen bastante gorda. Una corte de «niños bien» con sueldos de futbolista que curiosamente no temen al error, no les gusta que se les corrija, no asumen la crítica, es más, cuando esta se eleva o aparece alguien que les planta cara se arrugan y amenazan con la huelga.
Lo vivido en la tarde del Domingo en El Molinón es digno de una película de Marvel, un multiverso que navega paralelo al real en el que lo que parece no es y lo que es no se parece a lo que debería.
Es llamativo el grado de impunidad, chulería, prepotencia con el que trabajan, una profesión prácticamente intocable.
La situación es más grave de lo que parece, no porque el equipo y el entrenador estén perdidos, no porque no se pueda sumar de tres, no porque el argumento del «medio plazo» sea interminable, sino porque Albés y media plantilla no saben (o sí) donde van a estar el 1 de Julio.
¿Cómo podemos pedir compromiso hoy a alguien que no va a estar mañana?, ¿creemos que una profesión tan corta (pero bien pagada), se va a decidir por un escudo o un brazalete?, ¿de verdad?. Que nadie nos tome por tontos que aunque a veces lo seamos de más, no lo somos el día entero.
El pueblo tiene lo que quiere, pan y circo, dianas para aplacar sus iras, payasos sin gracia, magos y trileros, academias, mercenarios,…y una oportunidad cada 15 días de ver el mayor espectáculo del mundo.
Pasen y vean, esto es el Sporting-Orlegi Sports, un lugar de luz y…colores.
Sporting, quien no te conozca, que te compre.
