
Los aficionados del Real Sporting hemos pasado del Combo Dominicano a escuchar, muy de fondo los inconfundibles acordes de Green Day, aún suenan muy bajo, pero llegarán a retumbar, en parte gracias a Guille Rosas.
La marcha de Miguel Ángel Ramírez rumbo Catar, -donde ya tenía experiencia y reputación previa a pesar del desenlace final-, y la llegada Rubén Albés supusieron un punto de inflexión en el proyecto del Real Sporting de Gijón (que no de Orlegi). El primero, aunque con sus defectos, consiguió sacar el 200% de una plantilla llena de lo que a priori parecían limitaciones, llevándola a ser una de las mejores de la categoría en buena parte de la temporada hasta caer en esa inesperada fase de ascenso; el segundo llegó a Gijón de la mano de esa actitud canalla que le caracteriza y con una única misión: mantener la ilusión.
‘Guille’ Rosas, lateral derecho del Sporting, está siendo el mejor jugador de su equipo en este inicio de temporada repleto de luces y sombras.
Con la llegada del Vigués al banquillo del Sporting lo hicieron con él hombres llamados a ser importantes como Lander Olaetxea (de menos a más en lo que va de campaña) y Jonathan Dubasin entre otros, pero… ¿Y los que ya estaban aquí, qué? Es un hecho que la ilusión, y más en un sitio como este,
la terminan por mover las caras nuevas, pero este año el Real Sporting de Gijón cuenta entre sus posibles revelaciones con un convidado de piedra, Guillermo Rosas Alonso, quien está siendo el mejor jugador de su equipo en este inicio de temporada repleto de luces y sombras.
Siendo objetivos, que tu lateral derecho sea de manera constante tu mejor jugador, no suele ser algo positivo en relación al juego del equipo, sin embargo parece que los resultados están llegando poco a poco.
El lateral derecho está mostrando su mejor nivel desde que está en el fútbol profesional aún con su futuro por decidirse.
Tras un año complicado donde por momentos perdió protagonismo por decisiones técnicas el canterano ha decidido dar un golpe sobre la mesa postulándose como lo que siempre había sido: uno de los pilares fundamentales de esta plantilla, ahora ya no sólo por nombre o por su indiscutible calidad sino también por un excelso rendimiento. Rosas, que ya ha entrado en su último año de contrato está de dulce, dando profundidad, equilibrio, seguridad y puntos a los suyos.
Sin duda está sellando un inicio de temperada a la altura de unos pocos, pero… ¿Dónde está la tan ansiada firma que acompañe al sello?