Qué sé yo

Arrancó la temporada 2024/25 con un punto de seis en dos partidos en casa. Ensamblajes, engranajes y poca paciencia en este inicio. Albés busca el equilibrio y Orlegi hace malabares.

Me gustaría empezar por señalar que esto es la visión de un aficionado. Ni tengo carné que avale mis comentarios tácticos ni puedo ser objetivo con lo que veo porque soy rojiblanco desde la cuna. ¿o quizá eso me avale? Cuando llegó este entrenador, tengo que reconocer que me alegré mucho. Es un entrenador que conoce la categoría, que propone un futbol vertical y atrevido y que, en mi opinión, encaja bien con la personalidad de la hinchada rojiblanca.

Es cierto que soy partidario de construir una estilo de juego (que no un dibujo) en base a la materia prima, esto es: los que se visten de corto. Si bien, al comenzar un proyecto, partes con la ventaja que debido a aspectos contractuales y económicos, en el futbol moderno, es común (que no lo era hace unos años) el que cada plantilla cambie de 7 a 10 caras. Eso permite contratar futbolistas teniendo en cuenta lo que hay y lo que falta para un estilo concreto.

En el caso del Sporting, queda claro que el Mr ha tenido mucho que ver en la planificación deportiva. El Sporting ha traído jugadores y ha mantenido a otros que intentan adaptarse a un estilo propio. ¿y cual es ese? Bueno, si bien el Mr dice que no se puede analizar a un equipo que solo ha disputado dos encuentros oficiales, como solo soy un simple aficionado, me permite la licencia de no se ortodoxo en la forma y lo haré.

¿Cuál es nuestro estilo?.

Entiendo que ante todo se busca un equipo que sea un bloque. La tan manida expresión, que para mi significa que tenga unas líneas muy juntas (donde hay dos jugadores claves que son la ref para el resto de jugadores en cuanto a posicionamiento: el pivote del medio campo y el enganche) que facilite el juego asociativo y dinámico en ataque que genera superioridades al acumular jugadores en ciertas zonas del campo con pelota y a realizar una presión tras pérdida efectiva. Un equipo con corazón, osease: intenso, ganador de duelos, agresivo con pelota, asfixiante en presión cuando la pierde, solidario….

¿Cómo lo ejecutamos?.

Para eso vayamos línea por línea. El describir el perfil de los jugadores de cada una de ellas y el analizar su posicionamiento unido a lo que parece se les exige, nos permite ver fortalezas y carencias.

Defensa:

Contamos con centrales ( incluido Robert Pier) que en realidad son central/lateral o central/medio centro. La exigencia es que sean rápidos en el repliegue y puedan ocupar las bandas si es necesario (cuando el carrilero sube) y que se coordinan, si la mencionada ayuda afuera se produce, con el medio centro que ocuparía la posición natural de un central.

De esta manera tenemos unos centrales que tienen que poder replegar rápido, ayudar a fuera y poder progresar con pelota. A eso le sumaré un tercer jugador que es el pivote que ha de ayudar a los centrales cuando salen de posición y se responsabiliza de la salida de pelota. ¿Cuál es el riesgo?: unos centrales que son menos contundentes en facetas del juego como el balón parado. Que sufren cuando el rival apuesta por delanteros con más presencia en el área y más físico y que sufren en el juego directo (concediendo segundas jugadas). Estas carencias se tapan con la entrada en juego de un medio centro que en realidad es un tercer central. ¿Veremos a tres centrales cuando esté Robert Pier?. Veremos….

Un matiz. En salida de pelota, en el futbol moderno, se trata de tener superioridad a base de que el portero Juega como un libre o bien que haya tantos jugadores del equipo en salida por detrás de la línea de presión del rival como del equipo rival que realiza al misma más uno. Es decir. Si el rival (como sucedió en los dos partidos) nos presiona con dos puntas, deberíamos de tener a su espalda al menos 3 jugadores (nuestro pivote, el medio centro, y un enganche), y una segunda línea formada por los dos extremos (interiores) y los laterales. De esta forma, esos dos jugadores rivales no pueden tapar más que dos líneas de pase. Así superada esa línea nos encontraríamos con una línea de cuatro que iguala a la del rival.

Esto permite, superada esa presión, un apoyo en corto y salida por banda o bien un balón al espacio a la espalda de su defensa al delantero. El hecho de que Olaetxea se meta entre los centrales, hace que tengamos solo dos líneas de pase que suele tapar el rival y obliga a pases en horizontal o que el central arriesgue en conducción.

Medio del Campo:

Tres perfiles. El citado pivote (tercer central), luego un jugador de apoyo en salida que tiene desplazamiento en largo, buena conducción y asociativo en ataque y que puede caer a la posición de pivote defensivo cuando progresa el lateral ( de esta manera el central cae a banda, Olaetxea se sitúa de central y este medio centro ocupa la posición de pivote cuando atacamos para tener una defensa organizada tras pérdida). El tercero en discordia ha de ser un jugador “de enganche”. Con buena conducción, visión de juego y buena llegada. Sobresaliendo en el golpeo desde fuera además de estar muy bien dotado técnicamente.

Yo creo que tenemos a esos jugadores. Veo dos claros pivotes: Bernal y Nacho Martin. Veo dos enganches: Cesar y Nacho (podría jugar Gaspar perfectamente si tuviéramos un jugador vertical en banda izquierda) pero veo un hueco en el pivote. Solo Olaetxea y quizá un Rober Pier poden hacer a hoy en día ese role.

Lo que está claro es que la salida de pelota condiciona mucho. O bien Olaextea está por delante de los centrales (en realidad siempre tendrás dos jugadores en el medio y el enganche tendrá más presencia detrás del delantero) o sino el equipo se partirá en dos desconectando a los de arriba dado que nuestro enganche baja a la posición de 8.

Ataque:

La idea es: cuatro o incluso hasta cinco jugadores de ataque pueden terminar jugada. El dinamismo y la llegada de segunda línea es crítica. Los tres de arriba y el enganche, tienen gol. La defensa rival no tiene un 9 al que fijar. Ese ataque se traduce en un Gaspar-Campuzano-Dubasin. A veces interesará tener un jugador más físico de falso 9 antes defensas de bloque medio para fijar a los defensas y hacer al equipo rival más largo ( Gaspar-Caicedo/Otero-Dubasin) pero no es lo habitual. Difícil de defender por ser jugadores creativos en conducción, golpeo desde fuera que hace que lleguen las ayudas ante la amenaza de tiro y aparezcan pases interiores. Esos movimientos diagonales generan también espacio por fuera que aprovechan los carrileros que llegan fácil a línea de fondo. De ahí cargar con mucha gente el área y terminar con centro lateral si no aparece le pase interior porque la defensa rival “no pique a la amenaza de tiro” y no salga. Si quieres amenazar y jugar por dentro, has de tirar alguna vez desde fuera…. Ahí lo dejo.

Me genera dudas el hecho que el plan funciona (el equipo llega muy bien por fuera gracias a la amenaza asociativa por dentro) pero no cargamos el área en las zonas adecuadas y cuando debemos. Eso hace que no terminemos muchos ataques con tiro entre palos.
Para mí, la amenaza de un jugador desequilibrante: por ser un rematador ágil y que se sitúa bien en el área o un jugador con muy buen uno contra uno y que genera superioridades y decide bien, es una obligación en estos días de mercado.

Soy optimista. Tenemos una idea clara. El 80% de los jugadores que tenemos se adaptan a esa idea y aún tenemos margen para completar el esquema. Sería una equivocación gravísima dudar. Hay que apostar y seguir. El premio llegará en el tramo final. Los equipos con las ideas claras, que juegan de memoria, con mucha ayuda desde la grada, terminan fuertes y el tramo final en esta competición tan ajustada es clave pero eso lleva tiempo.
Creatividad para poder atraer a jugadores con menos medios que otros equipos, trabajo con el más humilde y mucha ilusión. No son palabras mías, son del gran Manolo. Amen.

Fernando Cuervo