El Sporting cierra la pretemporada con un empate en tierras cántabras frente al Racing. Hay sensaciones positivas y otras no tanto. Carencia de efectivos y soluciones para el primer partido de liga.
No por mucho madrugar amanece más temprano, este refrán debe estar llevando a cabo el Sporting en el mercado veraniego, «sin prisa pero sin pausa» añadiría yo. Lo cierto es que en una semana estamos jugando la primera jornada de La Liga Hypermotion, probablemente una de las más difíciles de todos los tiempos, por la presencia de equipos con claro objetivo de subir. El nivel de una pretemporada no se mide por resultados, sino por minimizar paulatinamente los errores y equilibrar con aciertos. En este sentido el Sporting de Albés, por diferentes circunstancias, ha estado navegando entre dos aguas. Vayamos por partes.
A mi me faltó en esta pretemporada, y en otras muchas, ese gran partido en El Molinón para premiar a los 21.000 y recuperar algo de lo perdido.
Los rivales a los que nos hemos enfrentado iban desde equipos de Segunda RFEF, hasta equipos de Primera, pasando por rivales a los que nos vamos a enfrentar en nuestra liga, eso nos da una imagen de adaptación, diferentes rodajes y escenarios. Los jugadores han ido rotando, probándose, debutando y hasta lesionándose, en fin, lo que es una pretemporada al uso.
No me preocupa hoy que el equipo no esté al 100%, ni que llegue el Domingo a un buen nivel, los picos de forma (física), han de variar a los largo del año futbolístico. Me ocupa más que el entrenador, armado de paciencia, tenga que repetir que faltan cosas, además de la calidad, cantidad.
Pero Albés está contento, que no es lo mismo que satisfecho, aún así ha mostrado una impronta clara de lo que quiere: Solidez defensiva, presiones altas, cambios volátiles de sistema, adaptación a circunstancias y cierto grado de agresividad, bien entendida.
Fichajes, llegadas, salidas, rumores…todo forma parte de esta época del año, el Domingo ni si quiera es un día para sacar conclusiones, hay que esperar a la «foto finish» de final de mes.
Por eso Al César lo que es del César, si a nivel táctico se van cambiando cosas de la anterior etapa, o aprovechando otras que eran válidas, probando jugadores, acoplando sistemas, ganando en automatismos, fortaleciendo una idea de juego, sumando ganas y esfuerzo, si todo esto es lo que Albés puede conseguir con lo que tiene, pelearemos. Pero tal vez la pelota ahora esté en otro tejado y esa pelota reclama esfuerzo y acierto. Seremos pocos, pero nunca cobardes, saldremos a morder ante el Levante, pero por favor, pónganme segundo plato, postre, café y chupito. Mañana más.