Miguel Ángel Ramírez se despide de su etapa en el Sporting al que llegó en Enero de 2023 tras la destitución de Abelardo.
El final de una historia de amores y desamores:
Llega el final de una etapa y otra comenzará, es una máxima del fútbol y casi de la vida.
Miguel Ángel Ramírez se va del Sporting dejando atrás luces y sombras en los resultados, eso sí, con un final de liga brillante y por encima de lo esperado al principio de esta temporada.
MAR llegó siendo un desconocido en el fútbol español algo que no le trajo precisamente la confianza necesaria en sus métodos de trabajo, pero que poco a poco supo ir canalizando para hacerse entender y querer.
Una polarización entre la afición sobre su estilo, formas de actuar y de expresarse en algunos momentos que le supuso más de un toque de atención. Se despide un hombre amable, cercano, correcto en el trato y con un carácter para ser uno más en el vestuario pero no un líder.
Nunca es buena noticia que se vaya un entrenador, desde que empezamos en 2012 no lo fue la marcha de Murias, de Sandoval, de Pitu, de Rubi, de Herrera, de Baraja, de José Alberto, de Djukic, de Gallego…no lo va a ser ahora con MAR.
Entrenar al Sporting no es cualquier cosa:
La plaza es difícil, no lo vamos a negar, aceptar el reto en su día de venir a Gijón no lo acepta cualquiera, me quedo con ese reto que asumió desde el principio sin temblarle el pulso, analizando lo que desde fuera se veía: Mareo, el césped, la filosofía, la metodología de trabajo.
Nos hablaba de que los sistemas de juego eran organismos vivos y que hay que adaptarse a rival y momento de una forma camaleónica en cada partido. Nos costó, o mejor dicho, a mi me costó asimilar que no había una estructura definida, una base de la que partir.
No se le puede negar su involucración en el día a día del club, siempre pendiente de la cantera, de los chavales, viendo partidos, subiendo a jóvenes al primer equipo en entrenamientos, haciendo debutar a futuras promesas.
No se puede negar su afán por querer que el Sporting mejorase cómo fábrica de talentos, MAR en eso era único. Consiguió un ensamblaje perfecto en un vestuario con juventud y veteranía en el que era uno más, por edad primero y por carácter, pero nunca tuvo en sus manos el liderazgo.
Aciertos y desaciertos:
Pero a todo este ramillete de buenas intenciones, de buenas cosas, de buenos partidos, de días de felicidad, de una temporada magnifica en comparación a las anteriores y por encima de las aspiraciones del inicio de campaña, MAR cometió sus pequeños errores, como nos pasa a todos. Errores y facturas que hacen que haya mermado la confianza en su continuidad que es hoy un hecho.
Se va de la misma forma que llegó, sin hacer ruido ni para bien, ni para mal.
No sé si le voy a echar de menos o no, solo sé que el presente y futuro del Sporting, que está por encima de todos nosotros, pasa por un equipo sin MAR. Nadie gana con su salida, ni por estar o no de acuerdo con ella, ni por quererle más o menos, ni por artículos ni por opiniones, ni por comentarios a favor o en contra, es Orlegi quien no le renueva.
Al que llegue le pasará lo mismo, cuando acierte se dirá y cuando falle también, esto funciona así. Le doy las gracias por todo y aprovecho a pedirle perdón por mis salidas de tono, mis reproches, o alguna de mis actuaciones si fueron injustas, pero mantengo mi opinión sobre él.
No es un día feliz para el Sporting, por lo tanto no lo es para mi. A partir de hoy veremos si hay un legado y que es lo que deja atrás, fue honesto con todo y con todos y eso merece reconocimiento, ahora toca pensar en la siguiente temporada. Gracias por todo Míster y suerte.
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