El Sporting cierra el mercado invernal con la incorporación de Mario González y la promesa cumplida de la ficha de Axel Bamba. Además cede a Enol Coto y da las bajas de Jeraldino y Carrillo.
Hagamos un viaje en el tiempo, hasta el 2 de Septiembre del pasado año, ¿notas esa sensación de insatisfacción, de que te falta algo?, probablemente sea parecida a la que tienes hoy, tal vez algo más edulcorada por como ha ido la primera vuelta y los partidos ya disputados en este 2024. Lo cierto es que la cosa cambia y bastante, el equipo termina el año tercero y con una firme candidatura a puestos más altos, de hecho ha sido segundo no hace tanto y demostrando que los que están hicieron más de lo que esperábamos.
No obstante siempre hay alguna carencia, hueco, apetencia que queda por cubrir, más casi por ilusión que por lógica futbolística, pero la sensación de haber cubierto sólo y estrictamente lo necesario y lo que mejora la plantilla es realmente buena, o ¿no?.
Pero vayamos por partes y puestos, la mayoría doblados, incluso «vivos» a cualquier adaptación que Ramírez pueda sacarse de la chistera, nunca se sabe:
- Portería: Cubierta con Yáñez, de lo mejor de la categoría. Con Joel por si acaso.
- Defensa: Uno de los secretos del equipo, versatilidad, seguridad, variables…con laterales largos cómo Guille, Cote y Pablo, un central reconvertido, Pascanu, una opción, Bamba y un trio de centrales que solventan. Cali, Insua y Rober Pier, si a todo le unimos un Diego Sánchez que no desentona, queda una defensa más que buena.
- Centro del campo: Era la parte con más «overbooking» y sobre todo donde resaltan las recuperaciones de Nacho y Rivera a la causa, la permanencia de Nacho Martín y Varane, la llegada de Roque, Fran Villalba y a la espera de Gio. Creación, clase, robo de balón, llegada al área rival, pase, gol…¿alguna debilidad?, de estar todos a disposición el repertorio es interesante.
- Ataque: La apuesta clara es la confianza en Mario, sus goles y su aportación en esas situaciones en los que hasta ahora llevaban la responsabilidad del gol no tenían. El Pichichi del equipo, Gaspar, la magia de Hassan, el trabajo de Otero, la vuelta de Campu, la chispa de Queipo y por supuesto recuperar al mejor Djuka. Con todo este frente hay recursos, en principio, de sobra para solventar los atascos.
La pelota está en el tejado de MAR, su modelo de juego, el estilo, encontrar soluciones a las bajas y sacarse algo de la manga en algo que no asusta al técnico rojiblanco, de hecho es algo a lo que ya nos estamos acostumbrando. Ramírez unió al grupo, conecta con la piña, saca partido de las situaciones y está en un aprendizaje constante. Posiblemente ya haya más de Cinco razones para creer en MAR.
El equipo creció, mejoró y está en la pelea, de aquí al fina, a muerte con los 25 porque con ellos se llegó y con ellos estamos, nos va a salir bien y si falta algo…siempre nos queda Mareo.